El día domingo 1 de Febrero, a las 7:30 am aproximadamente, salieron de la mina 8 de Pasta de Conchos los guardias de seguridad que laboraban dentro de las instalaciones de la mina y que fueron despedidos de manera injustificada de su trabajo. Los despidió la empresa de seguridad para la cual trabajaban y fueron condenados a engrosar las filas de los miles de desempleados que existen en nuestro país, para sustituirlos por otros que no tenemos la certeza de que vengan tan solo a vigilar como lo hacían los nuevos desempleados.
Las compañeras viudas y familiares de los caídos, acompañados por supuesto de los que integramos el Partido de los Comunistas, la Juventud Comunista de México, La Otra Obrera y los trabajadores que laboran en el rescate, cerramos el acceso a las instalaciones en solidaridad con los trabajadores que fueron corridos por la empresa y no permitimos ni permitiremos que entren nuevos guardias. En primer lugar porque la lucha digna y justa que emprendemos no es solo por rescatar los cuerpos de los mineros caídos y demostrar al pueblo lo que todo mundo sabe, que el gobierno miente; esta lucha es por el respeto a todos los trabajadores de México y el mundo. Los guardias despedidos son trabajadores y merecen ser tratados con respeto y dignidad. Los rescatistas de Pasta de Conchos nos solidarizamos con los trabajadores despedidos.
Desde el día de ayer se tomó la decisión de no permitir la entrada a los nuevos guardias y desde muy temprano nos plantamos en la pluma que separa la propiedad privada de la federal.
Las compañeras viudas y familiares de los caídos, acompañados por supuesto de los que integramos el Partido de los Comunistas, la Juventud Comunista de México, La Otra Obrera y los trabajadores que laboran en el rescate, cerramos el acceso a las instalaciones en solidaridad con los trabajadores que fueron corridos por la empresa y no permitimos ni permitiremos que entren nuevos guardias. En primer lugar porque la lucha digna y justa que emprendemos no es solo por rescatar los cuerpos de los mineros caídos y demostrar al pueblo lo que todo mundo sabe, que el gobierno miente; esta lucha es por el respeto a todos los trabajadores de México y el mundo. Los guardias despedidos son trabajadores y merecen ser tratados con respeto y dignidad. Los rescatistas de Pasta de Conchos nos solidarizamos con los trabajadores despedidos.
Desde el día de ayer se tomó la decisión de no permitir la entrada a los nuevos guardias y desde muy temprano nos plantamos en la pluma que separa la propiedad privada de la federal.
Los trabajadores despedidos salieron caminando de las instalaciones y en un acto extraordinario entregaron cada uno sus lámparas y sus cascos a las compañeras viudas, “a ustedes les sirven mas que a nosotros” –dijeron los despedidos-. Estos trabajadores han sido testigos de la larga y justa lucha que han emprendido las viudas y familiares, son trabajadores de los pueblos aledaños a la mina, ellos conocieron a los mineros caídos y aunque trabajaban para una empresa de seguridad contratada por Minera México seguros estamos que también a ellos les dolía la humillación y desprecio de la empresa y el gobierno hacia los que reclaman los cuerpos de sus seres queridos. Ahora estos trabajadores sufrieron en carne propia el desprecio del capitalismo hacia los trabajadores, con este despido injustificado.
Esperemos que estos compañeros tomen conciencia y engrosen las filas de los que luchamos por construir un nuevo sistema de la vida social justo para el pueblo de México donde los trabajadores sean los privilegiados y no los patrones parásitos.
Esperemos que estos compañeros tomen conciencia y engrosen las filas de los que luchamos por construir un nuevo sistema de la vida social justo para el pueblo de México donde los trabajadores sean los privilegiados y no los patrones parásitos.
Los últimos días nos hemos enterado por diversos medios de las intensiones de Minera México por recuperar la mina que tenemos tomada desde el 20 de Noviembre pasado. Quieren volver a explotar la mina no importando que haya aun 63 cuerpos en el fondo de ella, esto nos demuestra una vez más que el rescate es posible y la empresa y el gobierno mienten.
Nos mantendremos firmes en la decisión de no permitir la entrada a los nuevos guardias; se mantendrá el campamento comunista de solidaridad con las viudas y familiares de los caídos y continuaremos con las labores de rescate hasta lograr nuestro objetivo. Continuaremos nuestra justa lucha hasta donde tope y cueste lo que cueste.
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